El concepto de automatización del hogar lleva ya décadas siendo parte de la cultura popular, aunque no ha sido hasta estos últimos años que está llegando su asentamiento, y es que ha venido para quedarse…
En 2020, seguimos sin entender la Automatización del Hogar.
Es curioso que, pese a llevar más de 30 años de desarrollo e investigación de la industria, a día de hoy, la enorme mayoría de personas siguen sin comprender la utilidad, el funcionamiento y la motivación de implementar sistemas domóticos en nuestro día a día.
Pese a que la aparición de dispositivos IoT (Internet of Things = Internet de las Cosas) como Google Home y Amazon Alexa es un camino fantástico para dar a conocer el poder de controlar nuestro hogar, no podemos perder de vista que el verdadero objetivo de esta tecnología es "automatizar" procesos, con lo que tener que sacar nuestro teléfono móvil para interactuar con cualquier elemento de nuestra casa sigue distando de lo que buscamos a través de la domótica.
La domótica no consiste en controlar tus persianas o tu cafetera desde una aplicación en tu móvil, sino que consiste en una relación de aprendizaje y crecimiento entre tu hogar y tú, es decir, dejar que tu casa se comunique contigo y se adapte a tu estilo de vida, de modo que cumpla tus necesidades y tus expectativas sin la necesidad de que seas tú el que genere la interacción.
¿Quieres depender de tu smartphone o tablet para encender una bombilla? Yo, desde luego, prefiero que lo haga la casa por mí.